Matagi

Documentary Project

Los matagi son cazadores tradicionales que viven en pequeños pueblos y aldeas en los altiplanos del norte de Honshu, la isla principal de Japón. Desde sus orígenes, a mediados del siglo XVI, han sobrevivido gracias al autoconsumo y la venta de carne, pieles y otros productos derivados de la caza. Su principal presa es el oso negro japonés, una subespecie catalogada como vulnerable según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN).

No obstante, estas comunidades nunca afrontan la cacería como una actividad lúdica o deportiva. Para los matagi la Naturaleza es una presencia consciente, personificada en la diosa de la montaña (Yama-no-Kami), una deidad que recela del resto de mujeres y que les ha vetado la entrada en sus dominios durante más de cinco siglos de historia.

Desafío

A raíz de los incidentes de Fukushima en 2011 el Estado prohibió a muchas comunidades matagi comercializar la carne de oso, debido al alto riesgo de que ésta estuviera intoxicada por la radiación. En 2017 las autoridades niponas levantaron el veto, y los matagi pudieron retomar la que ha sido su principal actividad económica durante siglos. No obstante, en la actualidad esta comunidad se enfrenta a una más que probable extinción de su herencia cultural. El envejecimiento global de la población japonesa, las limitaciones legales y normativas con respecto a la caza y el apego a unos valores que ya no germinan entre las generaciones más jóvenes, son algunos de los motivos que dejan a estos cazadores sin muchas esperanzas de sobrevivir en pleno siglo XXI.

Sin embargo, la necesidad de preservar el legado cultural matagi se ha impuesto a las convicciones religiosas, y frente al desinterés de los hombres jóvenes han surgido recientemente los primeros casos de mujeres matagi, aceptadas e instruidas como cazadoras. Mujeres que –como sucede actualmente a escala mundial y en todos los estratos de la sociedad– reivindican una posición de igualdad en todos los campos.

Proceso

Entre los años 2017 y 2019, uno de nuestros equipos viajó en dos ocasiones a las provincias de Akita y Yamagata, al norte de Honshū, la isla principal de Japón. Allí tuvieron el privilegio de ser los primeros documentalistas de fuera del país nipón en retratar la vida de los cazadores matagi, concretamente la de los grupos establecidos en Oguni y Animatagi.

Durante el primer viaje, nuestros documentalistas fueron testigos del inicio de un proceso de transformación en la comunidad a raíz de un cambio sin precedentes en sus códigos y tradiciones: la incorporación de la primera mujer cazadora después de cinco siglos de historia. En 2018, la Sociedad National Geographic nos concede una de sus prestigiosas becas de investigación y exploración para ampliar el proyecto, facilitándonos así el regreso en 2019 para poder profundizar en su historia y comprender mejor la evolución de la comunidad.

Resultados

El reportaje ha sido publicado en distintos medios nacionales e internacionales, entre los cuales destaca su aparición en la revista National Geographic —en sus ediciones de España y Portugal— en enero de 2021. La combinación de diseño, texto y fotografías le valió una nominación como "Best Edit", un reconocimiento que otorga la prestigiosa revista entre todas sus ediciones internacionales.

Entre los galardones obtenidos cabe destacar el Banff Mountain Photo Essay Award 2019 (Canadá) y el Premio de Periodismo y Comunicación 2021 otorgado por INJUVE (España).

El proyecto ha despertado un gran interés por parte de las embajadas de España (Tokio) y Japón (Madrid); sus embajadores han reconocido que “se trata de una propuesta artística y de intercambio socio-cultural que refuerza los lazos históricos y contribuye al conocimiento de una subcultura tradicional nipona, desconocida incluso entre gran parte de la población japonesa.”

Actualmente “MATAGI” cuenta con una exposición itinerante patrocinada por B the Travel Brand, que tras su paso por Barcelona y Madrid viajará a Japón para ser acogida por la Embajada Española en Tokio en otoño de 2022.

Matagi

Documentary Project

Los matagi son cazadores tradicionales que viven en pequeños pueblos y aldeas en los altiplanos del norte de Honshu, la isla principal de Japón. Desde sus orígenes, a mediados del siglo XVI, han sobrevivido gracias al autoconsumo y la venta de carne, pieles y otros productos derivados de la caza. Su principal presa es el oso negro japonés, una subespecie catalogada como vulnerable según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN).

No obstante, estas comunidades nunca afrontan la cacería como una actividad lúdica o deportiva. Para los matagi la Naturaleza es una presencia consciente, personificada en la diosa de la montaña (Yama-no-Kami), una deidad que recela del resto de mujeres y que les ha vetado la entrada en sus dominios durante más de cinco siglos de historia.

Desafío

A raíz de los incidentes de Fukushima en 2011 el Estado prohibió a muchas comunidades matagi comercializar la carne de oso, debido al alto riesgo de que ésta estuviera intoxicada por la radiación. En 2017 las autoridades niponas levantaron el veto, y los matagi pudieron retomar la que ha sido su principal actividad económica durante siglos. No obstante, en la actualidad esta comunidad se enfrenta a una más que probable extinción de su herencia cultural. El envejecimiento global de la población japonesa, las limitaciones legales y normativas con respecto a la caza y el apego a unos valores que ya no germinan entre las generaciones más jóvenes, son algunos de los motivos que dejan a estos cazadores sin muchas esperanzas de sobrevivir en pleno siglo XXI.

Sin embargo, la necesidad de preservar el legado cultural matagi se ha impuesto a las convicciones religiosas, y frente al desinterés de los hombres jóvenes han surgido recientemente los primeros casos de mujeres matagi, aceptadas e instruidas como cazadoras. Mujeres que –como sucede actualmente a escala mundial y en todos los estratos de la sociedad– reivindican una posición de igualdad en todos los campos.

Proceso

Entre los años 2017 y 2019, uno de nuestros equipos viajó en dos ocasiones a las provincias de Akita y Yamagata, al norte de Honshū, la isla principal de Japón. Allí tuvieron el privilegio de ser los primeros documentalistas de fuera del país nipón en retratar la vida de los cazadores matagi, concretamente la de los grupos establecidos en Oguni y Animatagi.

Durante el primer viaje, nuestros documentalistas fueron testigos del inicio de un proceso de transformación en la comunidad a raíz de un cambio sin precedentes en sus códigos y tradiciones: la incorporación de la primera mujer cazadora después de cinco siglos de historia. En 2018, la Sociedad National Geographic nos concede una de sus prestigiosas becas de investigación y exploración para ampliar el proyecto, facilitándonos así el regreso en 2019 para poder profundizar en su historia y comprender mejor la evolución de la comunidad.

Resultados

El reportaje ha sido publicado en distintos medios nacionales e internacionales, entre los cuales destaca su aparición en la revista National Geographic —en sus ediciones de España y Portugal— en enero de 2021. La combinación de diseño, texto y fotografías le valió una nominación como "Best Edit", un reconocimiento que otorga la prestigiosa revista entre todas sus ediciones internacionales.

Entre los galardones obtenidos cabe destacar el Banff Mountain Photo Essay Award 2019 (Canadá) y el Premio de Periodismo y Comunicación 2021 otorgado por INJUVE (España).

El proyecto ha despertado un gran interés por parte de las embajadas de España (Tokio) y Japón (Madrid); sus embajadores han reconocido que “se trata de una propuesta artística y de intercambio socio-cultural que refuerza los lazos históricos y contribuye al conocimiento de una subcultura tradicional nipona, desconocida incluso entre gran parte de la población japonesa.”

Actualmente “MATAGI” cuenta con una exposición itinerante patrocinada por B the Travel Brand, que tras su paso por Barcelona y Madrid viajará a Japón para ser acogida por la Embajada Española en Tokio en otoño de 2022.